Siempre es buena época para visitar y catar vinos, pero, tal vez, en invierno nos cueste más hacerlo y es cuando el viñedo tiene uno de sus paisajes más mágicos: Frío, niebla, diamantes de rosada, tierra húmeda…
La visita de Segura Viudas fue a finales de noviembre, un día lluvioso pero el agua no consiguió amargar la velada.
Empezamos en la viña y luego visita obligatoria a las cavas casi centenarias, acabando con un lujazo de maridaje:
- Cata de queso Sarró de Cabrá con membrillo & cava Segura Viudas Brut Rosé.
- Croquetas caseras de carne asada & cava Segura Viudas Lavit Brut Nature.
- Canelón XL de rape y gambas & vino Segura Viudas Creu de Lavit.
- Carrillera de ternera al vino tinto (Mas d’Aranyó) & vino Segura Viudas Mas d’Aranyó.
- Turones Simón Coll de yema quemada y Marc de Cava & cava Segura Viudas Reserva Heredad.
Nos gustó especialmente la combinación del canelón de rape y gambas con la nueva añada del vino blanco Creu de Lavit, aunque, sin dudarlo, fue el icónico cava Reserva Heredad, el que nos gusto más. Sus aromas de crianza en lías, toques ahumados y bollería, así como leves notas de miel y fruta blanca hacen de esta cava un imprescindible para la bodega.
- Lo que más: La visita y el maridaje. Calidad precio, espectacular (PVP 29€).
- Lo que menos: No hay forma de llegar si no es con transporte privado.
- Lo recomendamos porque: Son unas cavas que aunque pertenecen a un gran grupo bodeguero siguen manteniendo su identidad y calidad.
- Más información: https://seguraviudas.com/es/visitanos/